Placer a las 2:00 a.m. [Serial] {Capítulo 8.2}

02 mayo, 2010

xxxxxxxxxxxFicha del Ficoxxxxxxxxxxxxxxxxxxx


Título del Fic: Placer a las 2:00 a.m.

Autora: Replaced Memory [Mine]

Género: Erótico....(wtf) XDDD, Romance, Drama y muuucho amor.

Parejas: JaeMin, Yoosu, Yunjae (?) ...insinuaciones de JaeChun, MinSu, y otras que saldrán con el tiempo n__n

Rating: Mayores de 18 ó 17 años

Advertencia: Lemon candente LOL

Resumen del fic:



"Ninguno de mis hyungs se imagina lo que ocurre todas las noches en la habitación de Jaejoong, y no pienso que se enteren, pero si llega filtrarse algo, no me molestaría para nada, mientras nadie me quite a JaeJoong, lo demás me es indiferente."

¿Algo que empieza como un simple juego ó vil curiosidad, puede llegar a convertirse en algo tan apasionado, en amor incluso?

Termina el juego, para dar paso al verdadero placer excitante:
Placer a las 2:00 a.m.


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Placer a las 2:00 a.m.

Capítulo 8.2 - Truth Game


-Tenemos que hablar- le dijo una voz seria que contenía un deje de enfado, mientras unos ojos turbios lo miraban penetrantes.

Las orbes del rubio se abrieron en sorpresa, intentando procesar rápidamente el porqué se encontraba presionado contra la puerta de aquella manera y sobre todo porqué aquellos ojos, que siempre parecían tan tranquilos y comprensivos, ahora lo perforaban de aquella forma.

-¿Qué pasa?- preguntó Jaejoong de manera calmada, queriendo tratar el asunto con normalidad -No es necesario que me aprietes tanto, suéltame y hablemos de lo que sea que quieras decirme-

Los ojos del moreno se encendieron con un intenso brillo, que para Jaejoong no significaba nada bueno, aquél no era un brillo precisamente de “alegría”.

-“¿Qué pasa?”-bufó-¿Quieres saber qué pasa, Jaejoong hyung?- su rostro se oscureció, formando con su boca una sonrisa sarcástica al momento en que presionaba aún más el cuerpo de Jaejoong con el suyo- Dímelo tú- se acercó a su oído-¿Qué pasa, Jaejoong hyung?-sus manos apretaron con más fuerza los antebrazos del rubio, haciendo que este soltara un quejido de dolor.

Jaejoong no sabía qué estaba mal. ¿Había hecho algo malo? ¿Algo que le molestó?

-Changmin…me lastimas- le dijo, mirándolo con el ceño fruncido por la intensidad del agarre del menor, que cada vez se hacía más fuerte.

Al escuchar esto, el más alto dejó de apretarlo tanto, pero aún así lo tenía agarrado lo suficientemente fuerte como para que no pudiera moverse, mucho menos huir.


-Hyung, ¿Quién es ese tal Jin?- preguntó con fuego en la mirada- ¿Por qué nunca me habías contado de él? ¿Qué te hizo ese bastardo?- alzó la voz. Estaba cada vez más molesto porque recordaba la conversación que accidentalmente había escuchado.

Jaejoong comprendía ahora. Así que había escuchado la conversación que había tenido con Yoochun…

-Min…eso pasó hace mucho tiempo- comenzó a hablar despacio, tratando de calmarlo- Jin es una persona a la cual prefiero no recordar, sólo me causó dolor. Además, ahora te tengo a tí.-Sonrió, mirándolo con dulzura a pesar de la situación en la que se encontraban.

Por alguna razón, al mayor del grupo le causaba cierta gracia que el menor se pusiera así por su causa. Después de todo Changmin siempre había sido una persona muy compuesta y prudente, así que el verlo de esa forma tan dominante y algo descontrolada, le resultaba realmente interesante y hasta cierto punto… excitante. Le agradaba el hecho de que Changmin perdiera su compostura ante él y por él.

-Entonces, ¿ya no lo ves más?- preguntó dudoso, frunciendo el ceño- Porque Yoochun parecía hablar muy seriamente sobre él- soltó por fin a su Hyung, pero sin separarse del cuerpo del rubio, mirándolo fijamente a los ojos.

Jaejoong soltó unas risitas, que sólo lograron enervar aún más al menor del grupo.

-¡Kim Jaejoong!- gritó con semblante ofuscado y enrojecido por el enojo- ¡¿Qué acaso no te importa nada?! ¡Estoy hablando muy en serio aquí y tú te burlas de mí!-

-No…no me burlo…-trató de contener su risa- Es sólo que me parece lindo que te pongas así por mí…me hace feliz…el saber que te preocupo- le dijo, mirándolo a los ojos con una sonrisa alegre, como si fuese lo más normal del mundo.

Changmin sólo lo miró con un rostro indescifrable. Ok. Esa respuesta sí que lo había descolocado -_-

-Sabes…-comenzó a decirle Jaejoong mientras se acercaba a su amante para suavemente acariciar su mejilla, ignorando por completo el rostro confuso y molesto del menor- Dicen que mientras más celes a alguien, es porque más temes el perder a esa persona y aumenta el deseo por monopolizarla-

El moreno tomó la mano que su hyung había colocado sobre su mejilla y la pegó a la pared, inmovilizándolo una vez más. Luego, sonrió como tramando algo.

-Entonces- comenzó a susurrar sensualmente en el oído del rubio- ¿Qué te parece si comprobamos esa teoría?- sus manos se escurrieron bajo la camiseta de Jaejoong, tocando suavemente pero hábilmente al mismo tiempo, así como le gustaba a su hyung. Recorrieron desde su abdomen duro y bien marcado, hasta su pecho, que se sentía tan delicioso al tacto, suave y caliente.

-Ahh..pero tú…no necesitas comprobar nada…- soltó el rubio, con una voz excitada por las sensuales caricias que su dongsaeng le proporcionaba. Era tan fácil que con unas cuantas caricias lograra ponerlo así.

Changmin siguió moviendo sus manos sobre el pálido cuerpo del mayor hasta que sus dedos encontraron los dos botones rosas que tanto le encantaba sentir. Comenzó a acariciarlos, lentamente para luego aumentar gradualmente la rapidez de sus caricias en las tetillas de Jaejoong, que soltaba unos deliciosos gemidos de placer, excitando cada vez más sus sentidos.

-Esto sólo nos estorba- dijo, sacándole la camiseta a Jaejoong, quien lo miraba con ojos nublados por el deseo y labios entreabiertos.

Changmin acercó su rostro a las tetillas rosas y ahora duras de Hero, tenía tantas ganas de probarlas, así que saco su lengua y comenzó a degustar el dulce sabor de su piel, comenzando a succionar con ahínco segundos después.

Jaejoong estaba cada vez más excitado, su bulto se presionaba contra sus pantalones apretados, haciendo fricción. Quería liberarse de una vez por todas.

-Ahh…Min…- gimió una vez más, al volver a sentir la boca de su dongsaeng succionado con fuerza sus duras tetillas.

El moreno sonrió de lado para sí mismo y presionó con fuerza su cuerpo al de Jaejoong, metiendo su rodilla entre las piernas de éste último. Pareciera que los pantalones de su hyung estaban a punto de explotar…pero ni siquiera habían llegado a lo mejor aún. Pensó, mientras presionaba cada vez más su rodilla en la entrepierna del rubio, que gritaba por tan tortuoso placer.

-Minnie… ya no puedo…quítame los pantalones…quítamelos-

Changmin sonrió con un deje de malicia, mientras tomaba la barbilla de Jaejoong, haciendo que lo mirase a los ojos.

-Lo siento, hyung- le dijo, lamiendo el contorno de sus labios sensualmente- Pero los niños malos deben recibir su castigo- Su lengua entró con fuerza a la caliente boca del rubio, que gemía desesperado por tantas sensaciones placenteras.

Los dos compartieron un beso, acariciando con sus lenguas las cavidades mojadas y calientes del otro, hasta que sus pulmones les rogaron por aire y tuvieron que parar para recuperar su aliento.

Un hilillo de saliva escurrió por la boca del rubio, mientras éste inhalaba y exhalaba con fuerza, intentando estabilizarse un poco. Aquella vista le parecía tan excitante al más alto.

-Ahora…- el moreno comenzó a morder con fuerza el lóbulo de la oreja del rubio, mientras sus manos desabrochaban los pantalones de éste último, dejándolos caer hasta sus tobillos; luego hizo lo mismo con su ropa interior-Tómame con esa boquita tan lujuriosa que tienes, hyung-sus dedos acariciaron los labios del mayor suavemente.

Jaejoong, soltó un gemido al sentirse por fin liberado de aquella prisión de telas, el frío del ambiente acarició su miembro erguido, haciendo que deseara las caricias de alguien más…aparte del frío del ambiente.

Se dejó caer de rodillas, quedando su rostro a la altura del sexo duro de Changmin. Con manos temblorosas, lo liberó de sus pantalones y ropa interior, dejando su miembro desnudo y rígido. Listo para introducirlo en su boca.

Se relamió los labios, imaginando aquel sexo caliente en su boca. Acto seguido se colocó en cuatro patas, levantando su cabeza para ver el rostro excitado de su amante y sin más, tomó el miembro completo de Changmin, sintiendo su calor recorrer toda su boca y succionando con fuerza para brindarle el placer que deseaba.

-Ah…Jaejoong..- gimió el menor, al sentir la lengua del rubio en la punta de su sexo.

Jaejoong ya no podía más; el sólo hecho de estar haciendo eso con Changmin, escuchar sus gemidos, sentir como su sexo se volvía cada vez más grande en su boca, lo llevaban al borde del éxtasis.

Continuó succionando de manera ruidosa y cuando se dio cuenta, su mano ya estaba a punto de acariciar su propio miembro, que parecía a punto de explotar.

-No te toques- ordenó el moreno al instante. Jaejoong estaba a punto de protestar, pero Changmin siguió hablando-Ya te dije, los niños malos necesitan un castigo- sus manos se apoyaron en la cabeza del mayor, obligándolo a que succionara más rápido- Y tú, hyung…te has portado mal. Escondiste algo importante de mí- lo levantó, echándoselo al hombro como si fuera cualquier saco de patatas y lo dejó caer en su cama.

-Mira nada más que excitado estás…- señaló, tocando suavemente la punta del miembro de Jaejoong, a lo que éste soltó un fuerte gemido- Ni siquiera te he tocado aquí aún y ya estás escurriendo por este lugar…-

Changmin acarició con sus dedos la entrada de su hyung, lamiendo luego el agujero color rosa.

-Esta parte me ruega por que la penetre…- murmuró sensualmente, tomando su miembro caliente para acariciar con la punta aquella entrada que pulsaba con pasión.

-Min…n..necesitas…prepararme antes..- soltó Jaejoong bajo su aliento. Changmin sonrió y le dio un beso apasionado.

-Lo siento, hyung. Pero debes aprender de tus errores- sin más, el moreno empujó su sexo entero hasta el fondo y comenzó a embestir con fuerza y rapidez. Hasta parecía que la cama podía romperse en cualquier momento.

Jaejoong sintió dolor, pero casi no era perceptible ya que se mezclaba con el enorme placer que las penetraciones de su dongsaeng le proporcionaban. Estaba tan excitado por aquél “castigo”. Quería más y más cada vez.

-Ahhh…n..no…- Trató de resistirse a pesar de que lo estaba disfrutando y mordió su labio inferior intentando acallar los gritos de placer que se agolpaban en su garganta.

-¿No?...si te encanta…no sabía que te gustaba tanto “jugar rudo”, Joongie hyung- Changmin continuaba embistiéndolo con fuerza, hasta el fondo, llevándolo al máximo éxtasis.

-Ahhh…ahhhnnnn- Jaejoong ya no podía más, estaba perdido en su propio placer, quería venirse, soltar por fin su semilla.

-Dímelo hyung….¿te encanta así verdad?- el menor lo miró relamiéndose los labios, disfrutando como Jaejoong lo apretaba cada vez más fuerte con su entrada.

-Si es Changmin quien me lo hace…entonces…ah… me gusta cualquier cosa…- respondió entre gemidos, logrando que Changmin se excitara aún más si es que era posible.

-Pues…espero que sea cierto…porque te tomaré la palabra. Ahora dime…¿Cómo puedo saber que no me estás mintiendo…? ¿Hace cuanto que no ves a ese tal Jin?...ése bastardo…- Preguntó entre sus embestidas, que fueron perdiendo intensidad (plan con maña). Odiaba el siquiera pronunciar el nombre de aquél hombre. Otro además de él había tocado a Jaejoong y eso lo hacía rabiar.

-Ahh..años…en serio…Min….aaahh…más fuerteee…- rogó, resintiendo el cambio en la velocidad de las embestidas.

-Uuh-Uuhm- negó de forma maliciosa y, en vez de hacerlo más rápido, su miembro comenzó a moverse cada vez más lento, hasta llegar al punto de que apenas y se movía.

Jaejoong lanzó un quejido, moviendo sus caderas contra el miembro del moreno para obtener más contacto, pero éste no se lo permitió.

-Hyung…se supone que este es un castigo. No puedo darte lo que quieres así de fácil..entiendes?- Sonrió, sacando su miembro por completo de Jaejoong.

-N..no…no lo saques…-

-Shhh… ¿Crees que no es una tortura para mí también?...Mira cómo me pones…-Le mostró su miembro duro y caliente…que a los ojos de Jaejoong se veía tan…delicioso. Acababa de probarlo hace poco y ya moría por saborearlo de nuevo.

Sin pensarlo dos veces, se puso en cuatro patas de nueva cuenta, quedando su rostro justo frente al miembro pulsante del menor. Lo miró detenidamente a los ojos y acto seguido devoró su sexo como si fuese un delicioso festín.

-Ahh… hoy estás algo salvaje, hyung…- gimió el moreno, amando sentir de nuevo el contacto de la boca de su hyung con su miembro- Mira que es la segunda vez que haces esto…y ni siquiera te lo he pedido. Pero recuerda, no puedes tocarte-

Jaejoong sólo asintió con la cabeza, demasiado ocupado probando el delicioso miembro de Changmin como para pensar en otra cosa.

-Detente- le dijo, después de un rato. Jaejoong casi lo llevaba al clímax, pero no quería venirse, no aún.

Changmin volvió a presionar a Jaejoong contra la cama mientras le daba otro de sus salvajes besos.

-Hyung, ¿me quieres dentro de ti verdad?- preguntó, mientras masajeaba su entrada una vez más.

-Sí…Ahhh..síii-

El menor sonrió victorioso y siguió masajeando con más fuerza, intentando contener el deseo de entrar en él de una buena vez.

-Entonces tienes que contestar unas preguntas…se honesto- le dijo, lamiendo y mordiendo sus tetillas sin dejar de tocarle la entrada.

Jaejoong asintió con la cabeza. Estaba desesperado. Ya no aguantaba más aquél tortuoso juego.

-¿Te acostaste con ese tal Jin?- preguntó, insertando uno de sus dedos en la entrada del rubio. Lo metía y sacaba ridículamente lento, cosa que desesperaba de sobremanera al mayor del grupo.

-N…no…- respondió dudoso, de forma entrecortada por las caricias.

En cuanto escuchó la respuesta, Changmin insertó otro de sus dedos y comenzó a penetrar a Jaejoong hasta el fondo de forma brusca.

-Recuerda que los niños mentirosos son castigados- le habló en un tono cantado, mientras acallaba sus gemidos con un beso en el que sus lenguas se acariciaron incontables veces- Ahora responde con la verdad y tal vez te dé un lindo premio- torció una sonrisa y tomó las piernas de su hyung, abriéndolas todo lo que se podía. Tenía una visión muy generosa de su entrada y estaba ansioso por introducir su sexo caliente en ella.

-Sí…sí me acosté con Jin…ahh- gimió al sentir la punta del miembro erguido de Changmin en su entrada, quería que lo tuviera YA.

-¿Cuántas veces?- Preguntó, introduciendo su miembro apenas unos centímetros.

- Nn…noo…lo sé…-

-¿Cuántas veces, hyung?- el moreno sacó su miembro, acariciando con la punta la entrada del rubio.

-Ahh…tres…fueron tres…veces- gimió Jaejoong, moviendo sus caderas hacia el miembro de Changmin.

-Sí tanto te gusta que me ponga celoso…pues ya lo lograste-El más alto comenzó a introducir su miembro muy lentamente- Ahora sólo podrás ser mío…de nadie más, jamás…- le dijo, tomando su miembro por primera vez, estaba duro y mojado. Rogaba por ser liberado.

-Ahh..síiii…hazme tuyo…sólo tuyoh …no necesito a nadie más…Ahhh- gimió Jaejoong al sentir como las manos de Changmin se movían sobre su miembro ardiente.

-Cada vez que te observo…estás más hermoso…pareces casi irreal…- Susurró, mordiendo y lamiendo el abdomen de Jaejong con lujuria -Tengo miedo de que un día, algún otro quiera tocar este cuerpo tan puro y erótico- Sus manos aumentaron los masajes en el miembro de Jaejoong mientras lo penetraba hasta el fondo. Jaejoong gemía cada vez más fuerte- ¿Harás estos mismos sonidos para ellos también? ¿Les suplicarás a ellos también, así como lo haces conmigo?-

Los gritos de placer de Jaejoong se intensificaban con cada embestida.

-Nnnoo…yo te quiero…ahh…a ti..Min…sólo….ahhhn…¡a tí!- Pasó sus brazos por la espalda del moreno, dándole un beso apasionado. Quería mostrarle que a pesar de que hubo otros hombres en el pasado, él era el único que le importaba ahora.

Las embestidas de Changmin eran cada vez más salvajes, más fuertes.

-Ahhh…Changmin…Changmin…- Gimió el rubio por milésima vez, el miembro duro de su amante estaba tan grande, tan ardiente, que sentía que en cualquier momento podría derretirse entre sus brazos.

-Jaejoong... tú también…eres el único..ahh..- lo giró, poniéndolo a cuatro patas sobre la cama y tomó el miembro del mayor entre sus manos mientras lo embestía lo más fuerte que podía. Ya no faltaba mucho para que los dos llegaran al tan deseado clímax.

Jaejoong apretó las sábanas con fuerza, apoyando sus sonrojadas mejillas sobre la almohada.

-AHHH…Min…..Min….máas….fuerteeehh…- exigió el rubio, sintiendo su entrada cada vez más apretada y su miembro comenzando a escurrir.

-Jaejoong…- el moreno sentía como los adentros de Jaejoong sofocaban su miembro de forma deliciosa…haciéndolo ver estrellas- Jaejoong…Te amooh…-gimió, mientras derramaba todo su líquido dentro del rubio, que gimió aún más al sentir la semilla de su amante llenarlo por completo.

-Yo…yooo…también te amo…ah…..¡te amooo…Changmin…!- gritó extasiado, soltando por fin su semilla.





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-Oye Yoochun- Llamó Junsu al pelinegro, haciendo que éste último despegara su atención del libro que estaba leyendo tan calmadamente.

¡¡No sabía cómo demonios podía estar leyendo tan calmado con todo el ruido que había en la recámara de junto!!

-¿Qué pasa, Junsu?- cuestionó Yoochun, alzando una ceja.

La verdad era que sabía muy bien qué pasaba. Pero obviamente, decirlo arruinaría su diversión.

-Esque…bueno…verás…no sé cómo explicarlo…pero pues…esteeee…-

-Junsu…-

-¿Sí?-

-Qué eso que tienes en los pantalones?- preguntó el ratón fingiendo inocencia.

-¿Pantalones?...¡Ay…no!-

-ahhh…ya veo…¿quieres que te ayude con ese “problemita”- sonrió burlón, aproximándose para colocar su mano sobre la entrepierna de Junsu.

El delfín se sonrojó hasta los pies (¿). Maldiciendo mentalmente por haber dicho algo.

-Ya…no te pongas tan penosito… sí ya te he visto todo- torció otra sonrisa mientras le bajaba los pantalones al castaño.

-¡Esperaaa!- gritó, deteniéndole las manos a Micky, a lo que éste sólo lo miró expectante- ¡¿Cómo es que tú…no sentiste nada?!- preguntó exasperado- Changmin y Jaejoong están haciendo un completo escándalo en la recámara de al lado ¡y tú ni te inmutas!- gritó señalando enérgicamente la entrepierna de Yoochun.

El pelinegro sonrió, soltando después unas risitas.

-Pues…digamos que el haber vivido con Heechul hyung por algunos años, me ha hecho inmune a esas cosas- respondió sonriendo de nueva cuenta y de paso, dejando a un Junsu muy confundido.

“¿Qué habrá querido decir con eso?” pensó Junsu, mientras observaba como las pervertidas manos del ratón se metían bajo su ropa interior.




Continuará...


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