Por siempre mío [Prólogo + 2shots]

 
 
Título del Fic: Por siempre mío

Autora: Replaced Memory [Mine]

Fandom: DBSK ( TVXQ, Tohoshinki ó como le gusten llamar xD)

Género: Romance, Drama psicológico.

Parejas: YunJae

Rating: R+18

Advertencia: Sólo diré que algo de demencia. Se requiere mente abierta.

Resumen del fic:

Compréndeme, por favor. Quiero que entiendas, quiero que me des tu corazón. Ella no lo merece, jamás lo hará.

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Por siempre mío


Prólogo: Bajo la luna


Te sujeté fuertemente entre mis brazos, palpando con las yemas de mis dedos la suavidad de tu cuerpo, aquél cuerpo que siempre había anhelado.

Sin creerme nada aún, toqué ahora tu apuesto rostro suavemente, trazando el contorno de cada uno de tus hermosos rasgos.

Tus ojos oscuros, que siempre parecían verse más claros que él mismo sol para mí, ya que reflejaban tu corazón amable y honesto.

Tu nariz tan bien esculpida y simétrica enmarcaba tu rostro, haciéndolo lucir más atractivo aún.

Tus labios, esos labios tan deliciosos que siempre deseé probar, ahora estaban por fin a mi completa merced y disposición. Podría lamerlos cuantas veces quisiera, introducir mi lengua entre ellos y sentir todo lo que hay en el interior de esa boca que parece ser tan exquisita.

¡Ya eras mío, sólo mío! Me gritó una voz en mi cabeza.

Yo esbocé una pequeña sonrisa triunfal y victoriosa, que se fue haciendo cada vez más grande mientras, con mis manos desesperadas, iba despojándote de cada una de tus prendas, hasta dejarte completamente desnudo y expuesto aún más a mi merced.

-Yunho. Yunho. Por fin eres mío, sólo mío.- Te dije al oído y tú permaneciste callado.

Yo sonreí dulcemente, acariciando una de tus mejillas con suavidad.

-Ahora estaremos juntos, Yunho. Juntos por siempre.- Proclamé besando tus labios.

Y así, con esas palabras dichas y con la luna como nuestro único testigo, te hice mío una y otra vez, hasta ya no poder más.



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Por siempre mío
 
Parte Uno



-¡Tú no entiendes, Jae! ¡Yo la amo!- me gritas de nueva cuenta. No sabes cómo me duelen esas palabras, Jung Yunho.

-¡No, no puedes amarla!- levanto la voz con desesperación. Aunque me dirigía a ti, sentía como si tratara de convencerme a mí mismo.

Tú no podías amarla…no a ella, no a ella.

-¿Por qué no, ah?- preguntas con un deje de enojo en tu voz.- ¿Es este acaso, otro de tus caprichitos? ¡Pues te diré algo Kim Jaejoong! ¡Ya no haré caso a un estúpido capricho más que venga de ti, estoy harto de esto!- Le das un pisotón al suelo y tu rostro luce cada vez más enfurecido. ¿Te enojas por defender a esa basura? Que pena me das y que mal me haces sentir.- Hemos sido mejores amigos desde siempre, y todo el tiempo he tenido que lidiar con tus jodidas excentricidades. Siempre cediendo a todo lo que él señorito me pide. ¡Pues te informo que ya no haré esto más!-

Mis ojos buscan los tuyos, esta es una de las veces en las que te he visto más enfurecido. Me das miedo, y casi nada puede causar esa reacción en mí pero, ¿sabes?... También me encanta eso de ti.

-Yunnie- comienzo a decir dulcemente, tratando de calmarte. Me acerco a ti, pero tú das un paso atrás. Ah, así que temes golpearme. Qué lindo eres. Aún en estas situaciones, aún cuando dices que ya no me tomarás en cuenta, me proteges. Siempre estás ahí, y necesitas darte cuenta Yunho, tú no la amas, porque tú amas a otra persona. Debes abrir los ojos-Yunnie, no te alejes de mí por favor. Yo sólo quiero lo mejor para ti- continúo hablándote dulcemente y me acerco lentamente hasta que, con una de mis manos, acaricio tu mejilla, esta vez no retrocedes y eso me alegra-Mi querido y dulce Yunnie, tú no puedes amar a esa perra malnacida- no suelo ser muy grosero, pero esos adjetivos salen de mi boca tan naturalmente siempre que me refiero a ella.-No sirve, sólo te traerá problemas, seguro se revuelca con cualquiera mientras tú estás trabajando. Es una zorra sin vergüenza, no dejes que te engatuse…

No había terminado de hablar, cuando una mano pesada y enfurecida me dio una sonora cachetada en la mejilla.

Te miré de nuevo, tu rostro comenzaba ya a desfigurarse por la ira.

Golpéame todo lo que quieras, pero no dejaré que alguien más te tenga. No, jamás.

-¡Basta!- gritas, sosteniendo fuertemente ambas de mis muñecas.-¡No entiendo porqué te pones tan necio ¡La amo, Jaejoong y me casaré con ella te guste o no!- tu agarre se intensifica con cada palabra, duele, duele….¿pero sabes que me duele más? El corazón.

–¿¡Por qué no puedes estar feliz por mí así como lo hicieron los demás?!-

Lo siento, Yunho, lo siento. Pero jamás podré estar feliz de que alguien te arrebate para siempre de mis brazos.

-Porque yo te amo- confieso y observo como tus ojos se abren como platos. No quería que lo supieras de esta manera, pero me has orillado a esto tu mismo.

-De…deja de decir tonterías…- me dices mientras sueltas mis muñecas y giras tu rostro hacia un lado.

¿Qué pasa, te doy asco acaso? ¿Repulsión tal vez?

-No son tonterías. Es la verdad. Te amo Yunho ¡Te amo tanto!- repito, deseando con todo el corazón que me comprendas, que me abraces y te olvides por completo de ella.

-Jaejoong…- musitas, aún sin atreverte a dedicarme una mirada.-Perdona, pero no siento lo mismo. No soy gay, Jaejoong.-

-¿¡Qué más da si eres gay ó no?!- me enfada tu razonamiento tan cerrado. Nunca has podido ver más allá. Pero estoy dispuesto a mostrarte el camino aunque sea a la fuerza.

- ¡Yo tampoco lo era, pero me enamoré de Jung Yunho, la persona…no el hombre!-

Compréndeme, por favor. Quiero que entiendas, quiero que me des tu corazón. Ella no lo merece, jamás lo hará.

-Perdóname…en verdad, pero mi corazón le pertenece a otra persona-

Mis rodillas comienzan a temblar como gelatina y caigo al suelo, rendido por el sufrimiento. Siento calientes mis ojos y lloro, lloro como nunca antes lo había hecho. Lloro por lo que me dijiste, por lo que siento y también lloro por lo que haré.

Tú te acercas lentamente a mí y, estrechándome fuertemente entre tus brazos, intentas consolarme mientras murmuras tus disculpas un sinnúmero de veces.

Yo sigo sollozando y coloco una de mis manos en tu amplio pecho, mientras que con la otra saco un objeto de mi bolsillo. Ya presentía que necesitaría esto y, aunque hasta hace rato todavía dudaba un poco, una voz en mi cabeza me ha impulsado a tomar la decisión final.

-Lo siento…lo siento- escucho que sigues murmurando.

-No, yo lo siento…- te digo con tristeza, mientras clavo mi navaja en tu pecho, justo dónde está tu corazón.

Tú me miras sorprendido mientras estiras hacia mí uno de tus brazos y tratas de no caer al suelo, pero lo terminas haciendo de todas formas.

El líquido carmesí que corría por tus venas comienza a brotar a borbotones, manchando toda tu ropa y dejando un charco en el piso.

Aún así, cubierto de sangre, te sigues viendo hermoso.




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Por siempre mío
 
Parte Dos [Final]



-Hyung…algo huele muy mal aquí- me dice Changmin en cuanto entra a la habitación. Al parecer ya iba de salida junto con los otros dos muchachos.

-Es sólo que no he tirado una comida….ya debe estar podrida- me excuso y Changmin me mira con un gesto reprobatorio.

-Nunca habías sido tan desordenado, pero bueno, no te culpo. La gran pérdida que hemos sufrido…nos afectó a todos en gran medida- Veo como el rostro de Min se vuelve sombrío y agacha la cabeza.

No deberías estar tan triste Minnie-ah. Yunho sigue justo aquí, con nosotros.

Quiero mostrarte….en verdad, no deseo verlos tristes…pero temo que no comprendan lo que siento y, entonces, así como lo hice con Yunho, tendré que hacerlos comprender por la fuerza mis sentimientos.

-Bueno- retoma la palabra suspirando- saldremos un rato, nos vemos, hyung. Trata de sacar esa comida podrida, por favor- finaliza y se marcha, cerrando la puerta tras de él.

-De nuevo estamos solos- canturreo sonriendo, mientras me dirijo a mi armario.

Ahí estás tú. Esperando, como siempre.

Esperas sólo por mí. Lo sé bien y eso me hace muy feliz.

Te cargo entre mis brazos y te recuesto con cuidado sobre la cama, cada vez pesas menos y eso me preocupa.

-Yunnie…te amo- te digo de nuevo. Estos días te lo he dicho tantas veces.

Comienzo a besar todo tu cuerpo, el olor que éste despide es cada vez más fuerte. A pesar de que te ducho, jabonándote muy bien y te cambio de ropa todos los días, comienzas a oler algo a podrido. Ya hasta los demás lo han estado notando.

Bueno, supongo que es porque fue ya hace varios días que realicé aquella acción que te convirtió en alguien que sería sólo mío por siempre.

Suelto una risita mientras acaricio tu pecho y succiono tus pezones.

-No te preocupes, Yunnie. Aunque huelas un poco mal, yo te seguiré amando-

Tú pareces sonreír conmigo y yo continúo besando cada centímetro de tu piel mientras, poco a poco, te voy desnudando.

Una vez más, así como la primera noche en la que te hice mío, la luna nos observa mientras te penetro incontables veces y gimo tu nombre en éxtasis, liberándome dentro de ti.




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-¿Estás exhausto, verdad Yunnie-ah?- te pregunto dulcemente soltando unas risitas, mientras acaricio una de tus mejillas.

Los dos nos encontrábamos recostados en la cama, luego de hacer muchas veces el amor.

Ya era algo tarde y los chicos no habían vuelto. Perfecto, tendríamos muchos más tiempo para nosotros.

Comienzo a acariciar tu cabello, perdiéndome en la sensación que eso provocaba.

-¿Sabes, Yunnie? Anoche una voz en mi cabeza, la misma que me dijo cómo hacer para que estuviésemos juntos por siempre, me habló de nuevo-

Parecías escuchar atentamente, así que seguí hablando.

-¿Y sabes qué me dijo ahora?- te dije entusiásticamente mientras aplaudía emocionado.-Me dijo cómo podría conseguir tu corazón y tenerlo sólo para mí-

Te besé los labios suavemente.

-Hace días me dijiste que tu corazón le pertenecía a aquella sucia mujer…y ya he tenido tu cuerpo muchas veces, pero…no puedo evitar desear poseer tu corazón también, Yunnie-

Estiro mi brazo un poco, para alcanzar la navaja que dejé sobre mi buró. Esa misma navaja fue la que utilicé para hacerte mío por siempre.

-No quiero que tu corazón siga con aquella perra estúpida…- dije haciendo un puchero, mientras comenzaba a clavar la navaja en tu pecho una vez más, cortando un pedazo de piel.-Quiero que tu corazón sea sólo para mí- te dije con cariño, mientras arrancaba el pedazo de piel y dejaba tu corazón al descubierto.

Y, como me había indicado aquella voz, saqué tu corazón de tu pecho y comencé a ingerirlo lentamente, hasta ya no dejar nada. El dulce sabor de tu ser comenzó a llenar todos mis sentidos y yo me sentía más completo que nunca.

Finalmente tu corazón también era mío.

-Yunho. Yunho. Por fin eres mío completamente, sólo mío.- te dije al oído una y otra vez mientras te besaba de forma hambrienta.

Fue entonces, cuando compartíamos otro de nuestros besos, que escuché la puerta de mi habitación abrirse.

-Hyung ya….-

Escuché la voz de Changmin, seguramente queriéndome avisar que ya habían llegado.

Dejé tus labios por un momento para mirar a mi dongsaeng parado en la puerta como una estatua.

-¡¿Qué…qué….Yun..Yunho hyung?!- me pregunta, constatando lo obvio. Sus ojos parecían cada vez más rojos y sus puños estaban apretados.

Segundos después las lágrimas corrían por sus mejillas. Pero yo no entendía por qué lloraba ¿No debería estar feliz de que Yunho aún estuviera aquí, con nosotros?

Yo me había esforzado mucho por encubrir su muerte y desaparición, pero ahora mis ojos se habían abierto por fin.

¿Por qué debo ocultar algo que me trae tanta felicidad?

Mi amor por Yunho es algo muy hermoso y si deseo estar con él, los demás deben comprenderme.

-Min… ¿Por qué lloras?- le pregunté sonriendo- Debes estar feliz. Mira, Yunho sigue aquí con nosotros, podemos seguir todos juntos. Como siempre- le digo cariñosamente y el sólo suelta más el llanto, colapsando inconsciente en el piso.

-No te preocupes, Yunnie. Min sólo está así por la sorpresa, pero seguro está muy feliz de verte, mi amor- te digo al oído, acariciando tus labios.

Minutos después escucho los pasos apresurados de Yoochun y Junsu, pero eso ya no me importa porque yo estoy contigo.

Ni siquiera las sirenas de patrullas y ambulancias que escuché tiempo después pudieron hacer que yo despegara mi atención de ti.

-Estaremos juntos, Yunho. Juntos por siempre- te dije, abrazándome a tu torso y dejando que el sueño se apoderara de mis sentidos, enviándonos a los dos a un mundo en el cuál sólo estábamos Tú, Yo y nuestro gran e infinito amor. Un mundo dónde tú serías por siempre mío.






FIN



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